Sabemos escuchar a los demás
¿Nos escuchamos a nosotros mismos, tomamos en cuenta nuestros pensamientos, tenemos esa capacidad de análisis y de escucha atenta, Antes de hablar?
O siempre queremos imponer nuestro punto de vista y nos creemos poseedores de mayor conocimiento que la otra persona que nos habla.
No siempre tenemos la actitud correcta ante la otra persona que quiere comunicarnos algo, muchas veces mientras lo vamos escuchando queremos interrumpir su charla porque nos parece que tenemos un conocimiento más profundo sobre el tema que está tratando o porque se nos ocurrió una idea que puede incluso contradecir lo que nos está diciendo.
Si actuáramos con madurez esperaríamos a que la otra persona termine su charla, para luego con mucho respeto exponer nuestro punto de vista. Para que el diálogo sea constructivo para ambas partes.
Hay personas maravillosas que tienen el don de la escucha atenta, pero otras como nosotros inclusive, seguramente tenemos mucho para aprender a la hora de llevar adelante un diálogo constructivo y maduro con cualquier persona.
Además no hay nada más positivo que prestar el oído a una persona cuando realmente necesita ser escuchada, esto será un bálsamo para su propia vida y le dará la oportunidad de expresarse sabiendo que realmente es escuchada, que le estamos prestando atención y que somos respetuosos con su tiempo de exposición.
El Autor de este Articulo es escritor y Consejero Cristiano
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